La piel seborreica o con tendencia acneica, tiene componentes genéticos y hormonales que tienen que mejorar con la edad y que se ponen de manifiesto en la pubertad. El exceso de grasa obstruye el poro provocando lesiones en la piel como comedones, puntos negros, puntos blancos o microquistes.
Pero la seborrea es un desorden cutáneo que puede aparecer en la edad adulta provocando una asfixia en la piel y la formación continuada de lesiones inflamatorias que erosionan el tejido apareciendo cicatrices y marcas adquiriendo así un tono opaco y envejecido. Es importante desechar el mito de que la piel grasa está hidratada ya que nada más lejos de la realidad, la asfixia y la obstrucción de los poros provoca una alteración en la circulación que afecta negativamente tanto en la oxigenación como en la hidratación del cutis, efecto que se potencia debido a la evaporación del agua, que aumenta debido a que el sudor se realiza con mayor intensidad.
En fisbel valoramos la fase de tu acné normalizando las tres causas principales que fomentan la aparición de impurezas en la piel: hiperseborrea, hiperqueratosis y la tendencia a la infección. El tratamiento se basa en la aplicación de peelings químicos junto con productos desinfectantes, calmantes y descongestivos en función de la fase en la que se encuentre el acné.
Los objetivos del tratamiento antiacné son limpiar y calmar la piel, afinarla y reducir el tamaño del poro actuando sobre imperfecciones y unificando el tono así como la hidratación y oxigenación cutánea.
Hay que tener en cuenta que todo programa antiacné precisa de una continuación en el domicilio tanto de higiene como de tratamiento junto con buenos hábitos cotidianos.